El reloj de la repetición electoral cuenta sus últimos dÃas. Las tensiones existentes entre los partidos independentistas han imposibilitado un acuerdo que, de no producirse antes del próximo miércoles 26 de mayo, llevará a una nueva convocatoria electoral. Para evitar este extremo, deberá convocarse la primera sesión de investidura en el Parlament de Cataluña la semana que viene.
La Ley de Presidencia Catalana establece que si dos meses después del primer intento de investidura no hay un Govern, se repetirán automáticamente los comicios. Ese plazo se cumple el 26, después de que a finales de marzo el republicano Pere Aragonés intentara sin éxito ser investido como presidentw de la Generalitat al no contar con los apoyos de Junts, a quien previamente le habÃa cedido la Presidencia del Parlament para sentar las bases del acuerdo.
Desde entonces, Junts ha desafiado a ERC con el claro objetivo de desacreditar a su candidato y de quemar a su principal competidor en el independentismo. AsÃ, cuando Aragonés dio un ultimátum a los neoconvergentes para sellar un pacto antes del 1 de mayo, éstos optaron por retrasar su congreso para posponer el posible acuerdo a después de esta cita, un órdago que trata de socavar la confianza en el lÃder republicano.
La guerra entre independentistas complica la conformación de gobierno en Cataluña
En los últimos dÃas los puentes han amagado con romperse definitivamente después del choque entre JxCat y ERC este martes, cuando el partido de Puigdemont aseguró que sólo apoyarÃa la investidura si tenÃan sillones en el futuro gobierno catalán; una postura que habÃa generado debate en el seno de la formación después de que Jordi Sánchez abriera la puerta a un Gobierno de ERC en solitario. Después de aquella reunión, ambos confirmaron la ruptura y las elecciones parecÃan irremediables, pero el escenario catalán volvió a sorprender con otro giro, en la dinámica de vaivenes que han regido el territorio en los últimos años, y sólo un dÃa después del choque se firmaba un acuerdo entre todas las fuerzas independentistas.
Este miércoles se llegó a un pacto a tres bandas entre la CUP, Junts y ERC, tras un encuentro auspiciado por el partido antisistema, y alcanzaron un acuerdo de mÃnimos del independentismo con el fin de lograr encarrilar un Govern de estas caracterÃsticas. Pero este jueves JxCat se ha reafirmado en su intención de entrar en el Ejecutivo y revalidar una coalición que ya resultó fallida en la pasada legislatura. Después del portazo de los comuns a Aragonés por retomar las negociaciones con los de Puigdemont, sólo queda abierta la vÃa independentista.
Asà las cosas, las principales fuerzas secesionistas deben llegar a un acuerdo exprés en menos de una semana. Para cumplir los plazos, debe haber un Govern establecido el 26, una investidura que, de producirse, tendrá lugar con toda seguridad en segunda votación, donde sólo es necesaria la mayorÃa absoluta. La legislación fija que esta segunda sesión debe celebrarse dos dÃas después de la primera, y fuentes del Parlament precisan que esto hace referencia a dÃas hábiles. Un detalle de vital importancia en el calendario catalán, puesto que el lunes 24 de mayo es festivo en la región, y la primera sesión de investidura deberá celebrarse el viernes 21 para que se llegue a tiempo.
En Cataluña, los contagios se multiplicaron por cuatro después de las elecciones
Laura Borrà s, la presidenta del Parlament, es la encargada de convocar las sesiones parlamentarias para permitir la investidura, y será ella quien determine los plazos exactos a seguir. Aunque la ley estrecha aún más la posibilidad de acuerdo entre JxCat y ERC, cabe la posibilidad de que Borrà s trata de apurar aún más los dÃas y declare hábil alguno de los dÃas del próximo fin de semana para retrasar el proceso y endurecer aún más la negociación.
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